Que Kristen Stewart es la actriz revelación del momento está claro. Que la mitad de las adolescentes del mundo la admiran y/o envidian, también. Pero es que, además, se está convirtiendo en un ejemplo a seguir en cuanto a estilo. Kristen sabe (o quizá son sus estilistas personales quienes lo saben) cómo tener un estilo propio y cómo sacar partido a su imagen personal.
La protagonista de “Crepúsculo” sólo tiene 20 años y su forma de vestir es juvenil, informal, un punto rockera. Le gustan las camisetas, las tachuelas, los leggins y, por supuesto, los vaqueros. Bastante tímida, se nota que se siente incómoda en las alfombras rojas vestida de princesita, y que prefiere el estilo urbano. De hecho alguna vez se la ha podido ver con traje de noche y unas zapatillas de deporte.
Pálida y muy delgada, sabe que los grandes escotes no le favorecen, así que opta por las minifaldas y los vestidos cortos que la hacen más alta y resaltan sus esbeltas piernas. Le gusta el negro, el gris y el rojo y los trajes de corte futurista y asimétrico.
En cuanto a maquillaje, intenta que sea lo más natural posible, sin excesos. Prefiere destacar sus ojos verdes, en lugar de los labios, muy finos. Las sombras oscuras o de tonos ahumados dan misterio a su mirada.
Suele llevar el pelo suelto con aire despeinado y aparentemente descuidado. Lo ha llevado tanto castaño, que es su tono natural, como moreno, con mechas rubias y con mechas rojizas. Dado que es muy pálida, el tono moreno endurece sus rasgos y el rubio los dulcifica demasiado. El castaño natural o las mechas caoba, que dan color a su piel, son sus mayores aciertos.
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